Entrevista a Adrián García, responsable de organización de los CJC, ante la V Conferencia de Organización de los CJC: «Aprender, educar, organizar»
Nuevo Rumbo: En el XI Congreso de los CJC, celebrado en noviembre de 2022, se aprobó la celebración durante este periodo de la V Conferencia de Organización, en la que recoger y sintetizar las experiencias de los últimos años para perfeccionar su forma organizativa. ¿Cómo se analiza el momento actual de los CJC?
Adrián García: La V Conferencia de Organización se celebra tras diez años desde la IV y, en desarrollo de los acuerdos de nuestro XI Congreso, pretende analizar precisamente nuestro momento organizativo actual y, en diálogo con nuestra estrategia y táctica, ubicar las dificultades que encontramos en el trabajo de intervención de masas.
Así, analizamos el momento actual como un escenario de conflicto social latente, es decir, un momento de condensación de toda una serie de condicionantes para el aumento de la conflictividad social e inicio de la respuesta obrera y popular a la crisis capitalista. Ante este escenario, la posición del comunismo pasa necesariamente por adoptar un papel activo, revolucionario, sobre la realidad política de la que forma parte.
El correlato organizativo de ello supone hacer de los CJC una escuela de dirigentes de masas que preparen las condiciones para aumentar la influencia revolucionaria en el proceso de respuesta obrera y popular a la crisis. Más en concreto, tras los avances organizativos realizados en la IV Conferencia y los diferentes congresos, el momento actual pasa por el fortalecimiento y vivificación de nuestros órganos intermedios y colectivos de base, en tanto que órganos que garantizan que el comunismo es una fuerza viva en los espacios en los que la clase desarrolla su vida. Se trata así de reforzar su papel de ejecutores conscientes de la política central decidida congresualmente y concretada en el período intercongresual por el Consejo Central, garantizando así la fusión de la política comunista con las masas de su ámbito de intervención.
NR: La consigna «Aprender, educar, organizar», bajo la que se celebró la Conferencia, sintetiza perfectamente su objetivo. Empecemos por «aprender»: ¿qué enseñanzas se extraen de los últimos años?
AG: La razón de ser de esta consigna tiene que ver precisamente con que para nosotros y nuestro Partido no es suficiente con teorizar acerca de nuestra organicidad, sino que nuestra propia razón histórica nos obliga a estudiar nuestra historia y el pasado reciente del comunismo a nivel nacional e internacional, extrayendo los aprendizajes necesarios, identificando qué formas de hacer interno y de intervención son inercias y/o dinámicas heredadas que suponen una resistencia a la práctica política bolchevique. En ese sentido, la principal enseñanza extraída es la actualidad y vigencia de la organización de tipo leninista: el Partido de Nuevo Tipo.
Así, los CJC asumimos el centralismo democrático en tanto que forma organizativa que nos permite asegurar la fusión del comunismo con las masas. El centralismo democrático constituye la fusión de centralismo y democracia: dos realidades que, lejos de oponerse, solo se pueden desarrollar plenamente si se las concibe como una unidad. El centralismo sitúa al Partido como una única organización que se construye desde un solo centro político, capaz de analizar el momento de la lucha de clases y dirigir de forma unificada la acción de todas las fuerzas revolucionarias. La democracia supone que este accionar unificado se ubica siempre dentro de los acuerdos colectivos: los organismos superiores son siempre elegidos democráticamente, y los acuerdos que rigen la actividad del conjunto de la organización son debatidos y aprobados colectivamente.
De esta forma, el principal aprendizaje extraído del estudio de nuestra historia reciente es precisamente la necesidad de profundizar y reforzar en la centralidad leninista. Para ello, como situábamos anteriormente, a lo largo de las tesis reflexionamos sobre nuestra estructura organizativa y, más concretamente, sobre nuestros órganos intermedios y colectivos de base.
NR: Esta Conferencia, como dices, viene a estructurar a la Juventud Comunista con la vocación de situarla en una posición dirigente y, por tanto, amplificar y perfeccionar su intervención de masas. ¿Cómo se concreta esto en el día a día?
AG: Hay un término que en el último período nuestra organización ha repetido como consigna interna de lo que ha de ser un militante comunista en su trabajo de masas: el tribuno popular, que no es más que el militante comunista que consigue presentar con base en cada cuestión específica el mapa general de la explotación capitalista a nivel estatal e internacional, la relación entre las diversas clases, las tareas políticas del momento y la necesidad de construcción del socialismo-comunismo.
No obstante, la política del tribuno popular no es política individual, sino que es política de Partido, como parte más avanzada y consciente de nuestra clase. Partido como expresión política organizada de que las condiciones objetivas para la revolución están dadas, y cuya tarea es, por tanto, preparar las condiciones subjetivas que permitan desencadenar la crisis revolucionaria hacia la toma del poder político. Por tanto, la tarea del Partido y la Juventud Comunista es la de la elevación de conciencia entre las masas: la de hacer comprender a la clase, a partir de cada manifestación de violencia capitalista, la necesidad de construcción de poder propio en disposición de disputar el poder del capital. Es decir, como oposición al mecanicismo espontaneísta, a la reducción de la actividad política a mero ejercicio de resistencia, la elevación de conciencia: la elevación de la lucha económico-espontánea a la lucha político-revolucionaria.
NR: Esto entronca con el énfasis sobre la importancia de los métodos leninistas y de la cultura militante bolchevique. ¿Qué puedes decirnos sobre esto?
AG: La cultura militante bolchevique se refiere a la relación general del conjunto de militantes para con la organización. Sus principales pilares son el aprendizaje y la disciplina consciente.
Aprendizaje, pues la Juventud Comunista se define a sí misma como organización escuela. Esto es, como estructura juvenil del Partido en la que se forman y preparan los dirigentes comunistas del futuro; el aprendizaje ocupa en nuestra organización un lugar central. Hablamos así de formación teórica en las bases del comunismo científico a través del estudio de nuestra tradición política, así como los distintos documentos y análisis del Partido; y aprendizaje práctico, pues la Juventud Comunista es una organización de combate en la que sus miembros se educan como comunistas en la participación e intervención en las luchas de nuestra clase.
Por otra parte, hablamos de disciplina consciente en tanto que todo militante actúa conforme a un plan, confía en la subordinación de la minoría a la mayoría y se hace responsable de sus acciones e inacciones, pero siempre desde un plano consciente, es decir, entendiendo el por qué lo hace, dispuesto a reflexionar sobre sus errores, vinculando la política central con su realidad, y extraer de su práctica los elementos de crítica y autocrítica correspondientes.
NR: No podemos cerrar esta entrevista sin mirar al futuro. ¿Qué retos debe afrontar ahora la Juventud Comunista?
AG: Como decíamos anteriormente, el período venidero viene definido por el inicio de un período de respuesta obrera y popular a la crisis capitalista. La propuesta que vertebra el papel de los CJC y, por tanto, nuestro principal reto como Juventud Comunista es el de asumir un papel audaz sobre la realidad política, el papel de promover y fomentar las condiciones de la lucha de masas que favorezcan el avance del proyecto revolucionario en nuestro país. Es decir, explotar al máximo nuestra posición en cada ámbito de intervención para encuadrar a las masas en coordenadas revolucionarias. Esto, concretamente, pasa por exponer y explicar a la clase las conclusiones del ciclo de movilización en respuesta a la crisis de 2008 y, partiendo de ellas, explicar, exponer y enseñar prácticamente la propuesta política y organizativa de lucha que proponemos los comunistas.
En ese sentido, afirmamos a los CJC como la principal organización juvenil comunista en España, con la vocación de nuclear en torno a sí y dirigir políticamente la lucha de masas juvenil en nuestro país. Por ser, por tanto, también referencia para aquellos jóvenes interesados en la militancia marxista-leninista. Esto implica afirmarnos también como Juventud Comunista llamada a continuar tejiendo el hilo rojo en nuestro país, heredera de toda una tradición de lucha nacional e internacional, que asume la tarea práctica de vivificar las aspiraciones revolucionarias que movieron a millones de jóvenes comunistas a lo largo de la historia.
NR: Muchas gracias por tu tiempo y, celebrando los avances dados en esta V Conferencia de Organización, mucho ánimo con todas las tareas derivadas de ella para el próximo periodo.