El pasado 28 de febrero se celebró una huelga general en Grecia que consiguió paralizar el país y movilizar a millones de trabajadores griegos. Desde Nuevo Rumbo entrevistamos al Partido Comunista de Grecia (KKE) para que nos compartan sus impresiones y perspectivas de futuro para uno de los movimientos obreros más estructurados actualmente en Europa.
NR: La huelga general del 28 de febrero tuvo cierto impacto en España. Sin embargo, muchos medios de comunicación que informaron del acontecimiento no explicaron el trasfondo de la huelga. ¿Cuál fue el motivo de la huelga general? ¿Cuáles eran las reivindicaciones de los manifestantes?
KKE: La huelga tuvo lugar dos años después del crimen en Tempe. Las plazas de todo el país se inundaron de gente, los centros de trabajo se paralizaron, las tiendas, las escuelas y las universidades cerraron.
Para lograr el éxito de esta importante batalla del movimiento obrero y popular, los miembros y amigos del KKE y de la KNE [Juventud Comunista de Grecia] dieron todas sus fuerzas. Los sindicalistas comunistas celebraron decenas de reuniones y visitas a centros de trabajo, escuelas y universidades. El Secretario General del Comité Central del KKE, Dimitris Koutsoumbas, habló la víspera de la huelga en la sala central de máquinas de la compañía ferroviaria sobre la necesidad del éxito de la huelga.
Es evidente que el crimen en Tempe, junto con el descarado intento de encubrirlo por parte del Gobierno de la Nueva Democracia, conmueve y llena de ira a amplias fuerzas populares y juveniles. Además, el estallido obrero-popular y juvenil por el asunto de Tempe está en la “cima” de una indignación obrero-popular más amplia, de un descontento y de una preocupación por el futuro, que se alimenta de los callejones sin salida del sistema capitalista en todos los aspectos de la vida del pueblo. Y esto se debe a la intensidad de la explotación, al ataque a los ingresos de los trabajadores y del pueblo, a la carestía, los bajos salarios y los impuestos exorbitantes, al estado deplorable de servicios e infraestructuras sociales fundamentales como la educación, la sanidad, la protección contra los fenómenos naturales y las catástrofes, a los acontecimientos internacionales y a la implicación de nuestro país en los frentes de guerra. En todas partes y siempre chocan dos intereses irreconciliables: por un lado, el objetivo de los grupos empresariales de obtener una mayor rentabilidad; por otro, las necesidades del pueblo trabajador.
NR: Hemos visto la enorme participación del pueblo en las movilizaciones. ¿Tiene esto que ver con las reivindicaciones o hay otras cuestiones que han impulsado la participación de la gente?
KKE: El éxito de la huelga de los sindicatos, apoyada decisivamente por las fuerzas del Frente de Lucha de Todos los Trabajadores (PAME), no se daba ni se da por descontado. La batalla de la huelga y de los mítines de huelga se libró contra un esfuerzo polifacético por socavarla, que se intentó desde el primer momento por parte del Gobierno, la propaganda mediática y los comprometidos liderazgos sindicales de ND, PASOK y SYRIZA en las centrales de sindicatos de los sectores privado (GSEE) y público (ADEDY). Estas fuerzas, tras fracasar en su intento de impedir que se celebrara la huelga, pusieron obstáculos a la participación e intentaron distorsionar su contenido.
Sin embargo, no lo consiguieron. La consigna dominante era «sus ganancias o nuestras vidas», que contribuyó a revelar el carácter criminal del Estado burgués, que, frente a las necesidades de los trabajadores, de las capas populares pobres, aplica una política basada en la lógica del “coste-beneficio” para servir a los planes y a la rentabilidad del capital, de los grandes grupos empresariales. La consigna «sus ganancias o nuestras vidas» refleja este verdadero dilema político y social de nuestro tiempo.
NR: Volviendo al impacto en España: hay algunos que intentan restar importancia a la labor de los comunistas (es decir, el KKE) mientras promocionan otras fuerzas políticas, especialmente los anarquistas. ¿Cuál es la realidad?
KKE: Estas afirmaciones no tienen nada que ver con la realidad griega. Por supuesto, muchas agencias internacionales de noticias trataron de distorsionar el mensaje de las manifestaciones, a las que asistieron un millón y medio de personas. Se centraron en los enfrentamientos entre la policía antidisturbios y grupos de encapuchados que gritaban consignas de ultras, que estallaron al final de la manifestación en Atenas, mientras los cientos de miles de manifestantes abandonaban el centro de la ciudad. Era evidente que existía un plan para atacar a las grandes concentraciones con el pretexto de las actividades de dichos grupos. De forma característica, durante la manifestación de Atenas tales grupos intentaron crear focos de tensión en distintos lugares, pero fueron desaprobados y aislados por los cientos de miles de manifestantes. No faltaron testimonios de manifestantes que vieron a hombres encapuchados interactuando armoniosamente con los equipos de la policía antidisturbios, aparentemente antes de… hacerse cargo del servicio. Una cosa es cierta, esas fuerzas provocadoras y sus acciones no podían distorsionar el mensaje de las magníficas manifestaciones.
NR: En su opinión, ¿ha contribuido la huelga general al fortalecimiento del movimiento obrero y sindical en Grecia?
KKE: Las manifestaciones de la huelga fueron tan grandes que no hay precedentes en el país. La movilización del pueblo y de la juventud actúa como catalizador de los acontecimientos. Ha sacudido al Gobierno de la ND. Sin embargo, los acontecimientos políticos sólo pueden ser en beneficio del pueblo si el propio movimiento obrero y popular les pone su sello multiplicando los focos de resistencia, organización y lucha en todas partes. Solo si se desarrolla un movimiento coordinado y unido a escala nacional, que formule posiciones y objetivos comunes de lucha con una orientación anticapitalista-antimonopolista, desafiando el poder del capital.
Por su parte, el sistema trata de usar las «válvulas de escape» de la ira popular, preparando el terreno para un cambio de gobierno, de modo que la misma política criminal pueda continuar sin obstáculos bajo otro gobierno u otras personas. Pero la solución para el pueblo no es intentar restaurar el sistema político podrido y corrupto, la «pecaminosa» socialdemocracia, para lograr la consabida «estabilidad», «normalidad» y «paz social».
NR: La conclusión lógica es que se ha dado un paso importante. ¿Cuáles son los siguientes pasos?
KKE: Ya estamos preparando la próxima huelga general del 9 de abril. Estamos luchando para consolidar la desconfianza del pueblo en el Gobierno, en el Estado burgués y en las opciones estratégicas de la clase dominante. Para reforzar el cuestionamiento contra todo lo que es y constituye esencialmente el sistema. Porque el sistema es la economía basada en relaciones de producción explotadoras, cuya crisis y desarrollo para el capital paga siempre la clase obrera, la mayoría popular. El sistema son los conglomerados empresariales que persiguen el máximo beneficio por todos los medios. El sistema es el Estado burgués actual con sus instituciones y mecanismos podridos, que nunca podrán ser «saneados», que nunca podrán servir a la «justicia» del pueblo. El sistema son los partidos del capital y de la UE que han gobernado y gobiernan este país. El sistema es la participación del país en la OTAN, y debemos señalar aquí que el KKE ha denunciado el hecho de transportar explosivos y armas por tren, ha bloqueado las rutas hacia el frente de la guerra imperialista en Ucrania, al tiempo que ha planteado públicamente preguntas sobre si el tren de mercancías que chocó con el tren de pasajeros en Tempe, provocando una explosión y un incendio, transportaba combustible para la base de drones de Estados Unidos en Larissa, sin que el Gobierno haya dado respuesta alguna.
Así pues, la desconfianza popular va en aumento y esto puede convertirse en una decisión de lucha firme y organizada junto con el KKE, con sus ideas y programa revolucionario, por otra organización de la economía y la sociedad, donde nuestras vidas no se considerarán un coste, por el socialismo.
NR: Gracias por vuestro tiempo y mucho ánimo con la preparación de la huelga general del próximo 9 de abril. Desde la redacción de Nuevo Rumbo seguiremos atentamente el desarrollo de los acontecimientos en Grecia.