Inocentadas en el BOE, las justas

El Día de los Inocentes el BOE publicaba la enésima inocentada para la mayoría obrera y popular de nuestro país. Se han despejado las dudas sobre qué medidas adoptaría el Gobierno de coalición para abordar la subida de precios en productos básicos de alimentación, y está claro que la decisión ha sido salomónica. Al final, Sánchez ha optado por una síntesis entre las propuestas que realizaban, por un lado, el PP y la CEOE (rebaja del IVA), y las que realizaba Podemos (cheque ayuda), por otro.

En estos tiempos de desmemoria galopante, casi avergüenza recordar que, hasta hace pocos días, varias ministras del Gobierno rechazaban posibles rebajas en el IVA a determinados alimentos porque eso suponía “beneficiar a quien más consume”. Sí, pasando por alto que rebajar el IVA es precisamente lo que han hecho —y vendido como gran medida— con las facturas de la luz y el gas. De paso, no ha tardado nada el PP en salir a indicar que su propuesta original incluía más productos.

La otra medida estrella, el cheque de 200 euros, lo ha cogido Sánchez de su socio gubernamental, y ellos a su vez lo han copiado de varios otros Gobiernos, de distinto color político procapitalista, que vienen repartiendo cheques desde hace meses o años. Ahí están el cheque griego de 250 euros, los cupones que Singapur lleva repartiendo desde 2020 o los de Hong Kong, Australia, Canadá o los mismísimos Estados Unidos y su programa SNAP. Basta echar un rato en Internet para saber de qué hablo.

Con su salomonismo, Sánchez repite la jugada que con tanta soltura lleva realizando varios años: presenta como medidas sociales cosas que no lo son. Es más, cosas que son en beneficio de las empresas.

Las bajadas de IVA tienen efecto final sobre los precios que paga el consumidor, sí. A cambio de una pérdida de ingresos estatales, sí. Pero hasta ahí llega su utilidad, porque en realidad no suponen ningún tipo de actuación sobre las causas que originan las subidas de precios. ¿Cómo no le va a gustar a la patronal esta medida si resulta que suele tener como efecto un incremento general del consumo, es decir, de las compras en las cadenas de distribución y, por ende, de sus beneficios? ¿Cómo no va Garamendi a aplaudir esto si resulta que la medida no afecta en absoluto al mecanismo por el que se forma el precio de venta? Pongamos un ejemplo, la docena de huevos costará menos al consumidor (a cualquiera) cuando pase por caja, pero el Carrefour, Mercadona o Caprabo de turno seguirá obteniendo el mismo beneficio y tendrá la oportunidad de subir el precio nuevamente, como ha ocurrido con los combustibles, dejando sin efecto la medida en la práctica, por mucho que el BOE diga que se va a vigilar que esto no pase.

Los cheques están demasiado vistos ya, no son más que subvenciones indirectas a las empresas. Te dan dinero para que compres a los mismos que te han subido los precios. Es una transferencia indirecta de dinero público a las empresas de manual, que nuevamente deja sin tocar los mecanismos de formación de precios. Ya hemos visto la eficacia de este tipo de “cheques” en el caso de los alquileres a los jóvenes.

Lo de la inocentada no es ningún chascarrillo. Pretenden tomarnos el pelo con medidas sin utilidad real más allá de evitar coyunturalmente un grave problema, pero sin abordar ninguna de las causas que lo generan y sin que los salarios hayan subido algo ni siquiera cercano a las subidas del IPC. Va siendo hora de que entiendan que con nuestro pan no se juega.

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