Bajo el lema “En esta crisis nos encontrarán con los puños cerrados” se ha celebrado el VIII Campamento de la Juventud en la sierra de Guadarrama. Más de doscientos jóvenes comunistas han asistido a los talleres, actividades formativas y de deporte enmarcadas en el evento. Sin ninguna duda, el Campamento de la Juventud se ha convertido en una referencia estival para un número cada vez mayor de jóvenes comprometidos con la lucha revolucionaria, una nueva generación que recoge las enseñanzas del pasado y mira lejos, de cara, a un futuro esperanzador.
El director del VIII Campamento, Pablo Domínguez, ha relatado a Nuevo Rumbo su satisfacción con el trabajo realizado por la dirección del Campamento, así como la buena acogida que han tenido el conjunto de actividades propuestas: “Los campistas han llegado con ganas de aprender y compartir experiencias, demostrando, desde el minuto uno, que una actividad como esta tiene plena vigencia en el marco de crisis que vivimos” y añade que “por desgracia, cada vez menos jóvenes pueden permitirse unas vacaciones o un viaje de verano, por eso proponemos a compañeros de clase o de curro un plan alternativo. El Campamento es una opción barata, saludable y viva. Muy viva. Enciende la chispa revolucionaria de los nuestros para afrontar el inicio de curso político en las mejores condiciones posibles”.
El VIII Campamento también ha contado con la presencia de varias delegaciones internacionales de organizaciones hermanas. La Juventud Comunista de Grecia (KNE), Fronte della Gioventù Comunista de Italia (FGC), UJSARIO (juventud del Frente Polisario), Movimiento de la Juventud Comunista de los Países Bajos (CJB), Unión de la Juventud Comunista de Francia (UJC) y Organización Juvenil Democrática Unida de Chipre (EDON) han participado en las actividades y talleres, destacando un encuentro con los camaradas de la UJSARIO en el que explicaron la situación actual del Sáhara Occidental, la traición y el abandono por parte del Gobierno socialdemócrata español, así como el expolio de los recursos naturales al que se ven sometidos por empresas europeas y capitales internacionales. La sorpresa para muchos asistentes fue la grabación de dos nuevos episodios del podcast de la Juventud, el primero junto a la delegación griega de la KNE y el segundo junto a la UJSARIO.
Por otro lado, la Banda de la Juventud realizó un concierto —el segundo en su breve historia— en el que los camaradas incorporaron nuevas piezas, un violinista y voces jóvenes que emocionaron a parte del público. “La Banda de la Juventud comienza a tomar forma”, comentaba uno de los campistas. “Ha sido una gozada poder escuchar a la Banda, después del concierto del año pasado tenía ganas de volver a verlos en directo”, aseguraba otro de los asistentes. Uno de los retos de este Campamento era dar cabida a actividades culturales y, junto al concierto, se realizó también una exposición fotográfica con imágenes de nuestra historia reciente.
Desde hace meses, la Juventud Comunista lleva trabajando diferentes materiales y resoluciones políticas sobre las novísimas formas de explotación, el trabajo a demanda y los mecanismos de flexiseguridad que se imponen en el mercado laboral español. Una de las principales charlas formativas, impartida por Alejandro Ramos y Rubén Cabezón, abordó precisamente esta cuestión. Destacó también la conferencia impartida por Cristian Ferrer sobre la historia del movimiento obrero español, desde sus inicios hasta nuestros días, o la ponencia sobre la intervención comunista en los sindicatos impartida por Miguel Ripoll y Mario Suárez.
Los campistas también pudieron disfrutar de varios torneos de voleibol, baloncesto y waterpolo, así como de la tradicional ruta por la sierra de Guadarrama entre trincheras y nidos de ametralladora de nuestra guerra. La historia de la Guerra Nacional-Revolucionaria, que suscita un gran interés entre los jóvenes comunistas, ha permitido a los asistentes aprender de las experiencias del pasado para que las enseñanzas sean aplicadas a la práctica militante de nuestros días.
En definitiva, el VIII Campamento ha sido un éxito. El trabajo del Consejo Central en el último periodo (2019–2022) ha cristalizado en una fecha de importancia cardinal para los CJC y para una parte de jóvenes que no se resigna a bajar las manos, sino a cerrar los puños y responder a la crisis capitalista con organización comunista en cada centro de estudio y de trabajo.