El sector del Contact Center cuenta en España con más de 100.000 trabajadores y trabajadoras, de los cuales buena parte están afectados por un convenio colectivo que lleva caducado tres años. Desde noviembre de 2019 está en marcha la negociación del VII Convenio de Telemarketing —el tercero bajo la denominación de Contact Center—, pero la patronal sigue enrocada en sus posiciones y no da su brazo a torcer. Los dueños de las empresas del sector aspiran a que el próximo convenio les consienta usar incesantemente el contrato fijo-discontinuo; pretenden disponer de temporeros y temporeras del teléfono, ese es su nuevo sueño, pero que se convierte en pesadilla para unas plantillas sometidas ya a la precariedad y a la parcialidad de los contratos. La patronal pretende usar este tipo de contratos para mandar a la gente a casa sin cobrar un solo euro cuando no haya pico de llamadas, un paso más en la denominada “flexibilidad interna” de las empresas, esa que la nueva reforma laboral ha venido a apuntalar. Veinticuatro reuniones en dos años vacías de contenido donde la patronal no hace mas que retrasar y poner palos en la rueda de la negociación y en las peticiones de las plantillas, que no son mas que un salario digno, recibir una remuneración por los gastos del teletrabajo, unos horarios que permitan la conciliación familiar y laboral, eliminar formas de despido injustas, descartar la abusiva contratación temporal de las empresas de trabajo temporal… Como se ve, las peticiones no son nada que no puedan permitirse, máxime cuando los beneficios en los dos años de pandemia de estas empresas han crecido un 6%.
La situación tan precaria de las plantillas del telemarketing hace que las familias que solo se sustentan de este sueldo vivan en situación de exclusión social, las jornadas completas son una aguja en un pajar y no es raro ver a trabajadores de Contact Center pluriempleados para poder tener un sustento medianamente “digno”. En definitiva, la patronal del sector ha decidido que no tengamos futuro alguno.
Mientras, bajo la premisa de que “viene la derecha”, el gobierno “mas progresista de la historia” le hace el juego sucio a la patronal de este sector, la Reforma Laboral no supone ningún avance sustancial en la vida de las personas trabajadoras de este sector, ni deroga ninguno de los aspectos más nocivos de la Reforma Laboral del PP, al contrario, los firmantes del acuerdo asumen palabra por palabra lo legislado en cuestiones tan fundamentales como el despido y sus indemnizaciones, o la intervención de la Inspección de Trabajo en la tramitación de los EREs o ERTEs. Este acuerdo no toca los pilares básicos de las anteriores reformas y esto no puede considerarse de ningún modo un avance.
Los sindicatos ya están anunciando movilizaciones en todo el estado y las trabajadoras de este sector lo tenemos claro, para evitar que la patronal siga poniendo palos en la rueda de la negociación, no hay que moverla, hay que partirla.