Debemos comenzar diciendo que con “Yugoslavia, mi tierra” estamos ante la primera novela traducida al castellano de Goran Vojnovic, poeta, guionista y director de cine esloveno considerado como la voz más destacada de la nueva literatura eslovena. La editorial Libros del Asteroide nos lo presenta en una traducción de Simona Skrabec de fácil lectura, con un excelente glosario de términos que permitirá a aquellas personas menos conocedoras de la historia reciente de aquellas tierras situar un necesario contexto.
Goran ya había sido merecedor de numerosos premios por la publicación en 2008 de su novela “Čefurji raus!” donde describe la vida de los jóvenes inmigrantes en la finca Fužine en Ljubljana. Algo que curiosamente también le supuso una demanda presentada por la policía eslovena que fue retirada un día después ante la indignación pública hacia el Ministerio del Interior esloveno.
“Yugoslavia, mi tierra” es una novela, narrada en primera persona por su protagonista, Vladan Borojevic, que va construyendo ante nuestros ojos, cada vez más ávidos de seguir leyendo y mediante constantes saltos temporales perfectamente engastados, el relato de una vida marcada por la guerra que fracturó la República Federativa Socialista de Yugoslavia. Curiosamente la edad del protagonista coincide con la del propio autor, nacido en 1980, lo que probablemente implique que la narración pueda recoger aspectos de sus propias experiencias infantiles y permitirle reflejar tan magistralmente esa época que vivió de adolescente. Por otro lado, ciertas expresiones de carácter soez y giros de humor, en ocasiones negro, provocan una contundencia narrativa que algunos críticos literarios no han sabido apreciar.
Todo comienza en una mañana de principios del verano de 1991 cuando Vladan con 11 años ve romperse su niñez. Su padre, Nedeljko Borojevic, coronel del ejército, debe dejarles a él y a su madre para incorporarse a unas maniobras militares en Eslavonia. La idílica vida tranquila de un niño se rompe y, aunque alejada de la guerra, sufre las consecuencias de un periplo familiar que desata las viejas contradicciones contenidas en una familia mitad serbia mitad eslovena que vivió días felices en la ciudad costera croata de Pula.
Una historia vital, que transita desde la asunción de la muerte del padre hasta el descubrimiento por casualidad de una verdad incómoda y lacerante. Su padre, buscado por crímenes de guerra, está vivo. Vladan recorrerá un camino que le llevará a investigar su paradero mientras desgrana sus recuerdos de infancia e intenta encajarlos con las nuevas piezas de un puzzle con el que intenta comprender y responder las cuestiones sobre su identidad personal y nacional.
El padre que creía muerto, convertido ahora en criminal de guerra, se presenta ante su recuerdo de niñez para enturbiar la imagen de aquel hombre orgulloso de pertenecer al Ejército Popular yugoslavo. El temor de permitir que su padre acabara siendo el general Nedeljko ponía en riesgo la pérdida del padre y con él de los únicos once años felices de su vida. Las preguntas afloran entonces ante la necesidad de respuestas.
“Reflexioné sobre si Nedeljko, en aquel momento, cuando empezó todo realmente, sabía para quien luchaba y contra quién. Él siempre había considerado que era yugoslavo. ¿Cómo lo pudieron convencer de que allí, en Eslavonia, él luchaba por su patria y para defender su hogar en Pula? ¿Se dio cuenta en algún momento de que las personas que deseaban, igual que él, que todo continuase igual, nunca tuvieron su ejército en aquella guerra? Esas personas se rindieron el primer día, se escondieron en refugios…”
Es una obra compleja en su contenido, aunque de fácil lectura, donde se trasluce la importancia de las dormidas consecuencias de una historia de guerras y violencias nacionales, desarrolladas en su día al servicio de los grandes poderes europeos desde la primera guerra mundial, que se escondieron en los lugares más recónditos de las conciencias colectivas durante las décadas del socialismo, para aflorar de nuevo a la llamada de los nuevos grandes poderes de la actualidad.
Estamos por tanto ante el relato de una vida que transita la derrota de un mundo que se viene abajo azuzado por los rencores de viejos fantasmas que jamás olvidaron las atrocidades del pasado, y que las seis antorchas, ardiendo en una sola llama, no fueron capaces de incinerar para siempre.