Entrevista a las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Asturias

El proceso de movilizaciones de las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio ha tomado un nuevo impulso a mediados de diciembre con la convocatoria semanal de concentraciones ante las oficinas de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón. Este sector, fuertemente feminizado, ha contado desde el principio de su lucha con el apoyo del PCTE.

Nuevo Rumbo entrevista a la Plataforma del Servicio de Ayuda a Domicilio que lleva meses movilizándose por la remunicipalización del servicio.

¿El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) siempre fue privado?
No, En el año 1985 y hasta 1989 el SAD era gestionado directamente por Servicios Sociales. Lo que esto significa es que todo el dinero que el Ayuntamiento destinaba para el Servicio de Ayuda a Domicilio se invertía íntegramente en los usuarios y en las trabajadoras.

¿Qué pasa cuando a partir del año 1989 se privatiza el servicio y lo empiezan a gestionar empresas privadas?
Pues que a esas empresas privadas hay que pagarles, quieren ganar dinero y la mayor parte del pastel se lo lleva la propia empresa. El dinero lo obtienen con lo que les paga el propio Ayuntamiento con dinero público y el beneficio lo sacan exprimiendo a las trabajadoras y deteriorando el servicio prestado a los usuarios.

¿En qué consiste entonces vuestra propuesta de remunicipalización?
Básicamente, es volver a la situación de los años 80, que la gestión la haga directamente el Ayuntamiento y que todo el dinero público revierta directamente en los usuarios y en las trabajadoras.

Hay quien argumenta que eso no es posible. ¿Cómo planteáis que se puede hacer?
Se puede hacer. Consistiría en que el Ayuntamiento creara una empresa municipal, como otras que ya existen, y subrogara a todas las trabajadoras en ella.

También se os acusa de querer convertiros en funcionarias sin una oposición. ¿Qué les responderíais a quienes dicen esto?
Ni mucho menos. Las Auxiliares de Ayuda a Domicilio serían trabajadoras de una empresa del Ayuntamiento, pero en ningún caso serían funcionarias. Por ese mismo motivo tampoco tendrían que realizar ninguna oposición ni examen.

¿Cómo se haría?
Por el SAD ya han pasado diferentes empresas. Todas ellas se vieron obligadas a subrogar a las trabajadoras en las mismas condiciones laborales y con el mismo tipo de contrato. De igual modo, la empresa creada por el Ayuntamiento tendría que hacer lo mismo, subrogarlas a todas, respetando las condiciones laborales de la última empresa privada que haya gestionado el servicio.

Si las condiciones laborales son las mismas, ¿cuál sería la diferencia?
Muy sencillo, que la empresa privada ya no se llevaría su parte del pastel y todo el dinero público se invertiría directamente en el SAD. Por un lado, esto repercutiría positivamente en los usuarios aumentando tanto el número de beneficiarios como las competencias que las auxiliares podrían realizar como, por ejemplo, acompañamiento al médico, acompañamiento nocturno, respiros a cuidadores familiares… Y, por otro lado, ese dinero que ya no se lleva la empresa privada. Serviría para mejorar la calidad del empleo de las auxiliares, actualmente muy precarizado.

¿Eso significa que cuando las trabajadoras pasen a la empresa del Ayuntamiento van a pedir un aumento de sueldo?
No. Las trabajadoras son conscientes de que todo se puede negociar y nunca pedirían cosas descabelladas que no fueran posibles. Lo único que quieren es que el dinero público se reinvierta en calidad de vida para nuestros mayores y dependientes, y en calidad para su trabajo. Que ese dinero no se lo embolsen empresas privadas para su propio beneficio.

¿Este proceso de remunicipalización costaría mucho dinero a las arcas municipales?
En el primer año habría que invertir en la constitución y puesta en marcha de la empresa, pero en los siguientes años esos costes se reducen considerablemente. Y en todo caso estamos hablando de una cantidad de dinero inferior a lo que ahora se derrocha entregándoselo a una empresa privada. La remunicipalización no supone un ahorro, pero sí una mejor gestión de los dineros públicos con los que conseguir un mejor servicio a la par que unas mejores condiciones laborales.

¿Conocéis algún caso de remunicipalización que se ha llevado a cabo?
Sí, tenemos como ejemplo, entre otros, a Jerez de la Frontera: tanto los usuarios como las trabajadoras y el propio Ayuntamiento están encantados con el resultado.

Hay quien dice que habría despidos de trabajadoras. ¿Es eso cierto o es sólo un intento de atemorizaros para abandonar vuestra lucha?
¿En serio alguien piensa que lucharíamos para que nos despidieran? Tomemos otra vez como ejemplo Jerez de la Frontera, más de 400 trabajadoras, ni un solo despido y todas con contratos de fijo-indefinido, incluidas las que estaban con contratos temporales.

Si todo es tan bonito y tan claro. ¿Por qué no se hace?
Porque lo primero que necesitamos para llevarlo a cabo es voluntad política. Esta pregunta deberíamos hacérsela a nuestros representantes públicos. Y también tendríamos que plantearles qué intereses reales tienen en que no se realice dicha remunicipalización.

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