El pasado 19 de septiembre se aprobó en el Parlamento Europeo una resolución con el título: “Sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa”. No podríamos estar más de acuerdo en la necesidad de elaborar una memoria histórica colectiva sobre la historia de la lucha de clases en Europa. Sin embargo, lo que el Parlamento Europeo ha hecho es, directamente, una falsificación de la historia, una manipulación consciente e interesada.
En la resolución del Parlamento Europeo se recogen una serie de posicionamientos que parten de un punto básico que atraviesa cada uno de sus apartados: la equiparación del nazi-fascismo con el comunismo, la equiparación de las actuaciones del binomio Hitler/Mussolini y las de la Unión Soviética. Además, lo hacen desde la naturalidad de quien se cree con la verdad histórica, manteniendo una falsa equidistancia que realmente deja el camino abierto para el crecimiento (y en ciertos países afianzamiento) del monstruo del nazi-fascismo en Europa.
Y es que este tipo de declaraciones son una muestra palpable de la evidente apuesta que el capitalismo y sus democracias burguesas hacen por reescribir la historia desde un punto de vista claramente clasista, acorde con sus propios intereses como clase en el poder. Solo así se explica que se olvide tan rápido el compromiso y la valentía de la Unión Soviética y del Ejército Rojo en la lucha contra la Alemania nazi. En la guerra murieron más de 20 millones de soldados soviéticos que dieron su vida por liberar (que no ocupar) a Europa de la barbarie, del holocausto, del genocidio. Para borrar este ejemplo es que se presentende presentar la firma del Pacto de no Agresión Molotov-Ribbentrop como causante de la II Guerra Mundial, culpando por igual a la Alemania nazi y a la Unión Soviética del inicio de la guerra. Es obsceno y falaz.
La declaración del Parlamento Europeo es una provocación al movimiento obrero y a los Partidos Obreros y Comunistas de Europa, pues sienta las bases para la ilegalización y la prohibición de dichos partidos, así como de sus símbolos, sus monumentos y de su ideología, tal como actualmente está pasando en varios países a lo largo del continente (es el caso, entre otros, de Polonia). Y es una declaración de intenciones, al proponer la incorporación de estos elementos en el currículum docente de los distintos países, al proponer la inversión de “los recursos necesarios” en la promoción de esta memoria histórica falsificada, al relacionar directamente al comunismo con el racismo y la xenofobia (¡lo que faltaba!). En definitiva, al situar a la UE y la OTAN como el único modelo de espacios verdaderamente democráticos que deberían ser la referencia en Europa.
Cuando decimos que la Unión Europea es, ante todo, una unión de estados capitalistas que reúne a los representantes de los diferentes monopolios, también decimos que, por sus orígenes y el sentido que tiene, así como por la práctica demostrada por parte de la UE, no hay margen para entender esta estructura imperialista como una alianza favorable a los intereses de la clase trabajadora. La UE quiere más y mejor capitalismo, y para ello utiliza todos los medios a su alcance, incluso la reescritura de la historia reciente, afianzando el anticomunismo como parte de su ideología.
Sobran los motivos para tomar el cielo por asalto, contra la UE, contra el capitalismo y por la justicia en la memoria histórica. Por todos aquellos luchadores y luchadoras que dieron su vida por la libertad y el socialismo, que murieron en los campos de concentración nazis, que viajaron desde distintos países para unir sus fuerzas a la lucha partisana. Sepan esos luchadores y luchadoras que el Partido Comunista no les olvida, no les abandona y está firme en el reconocimiento de su papel histórico e inspirador. Este ejemplo es el punto de partida para la construcción de la memoria histórica de la clase obrera, para las labores de documentación e investigación que el PCTE está realizando en el último periodo para poder escribir los episodios de nuestra historia, desde la perspectiva de quienes protagonizaron la lucha por la emancipación de la clase obrera, desde una posición marxista.
¡No pensamos dejar que vuestra lucha y vuestro ejemplo se equipare con el nazi-fascismo!