El Gobierno de Donald Trump ha iniciado una nueva fase de agresión contra el pueblo cubano. A la activación del título III de la Ley Helms-Burton se suman las nuevas medidas anunciadas el pasado 4 de junio. Entramos en una nueva escalada de la agresión imperialista a la que las sucesivas administraciones estadounidenses llevan sometiendo a Cuba, dirigida a profundizar el bloqueo económico, comercial y financiero con la intención de asfixiar al pueblo cubano para tratar de obtener concesiones políticas. Refresquemos la memoria…
¿Qué es el bloqueo?
Tras el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, el Gobierno estadounidense, que había apoyado y sostenido a la dictadura de Fulgencio Batista, respondió a través de una serie ininterrumpida de agresiones que llegan hasta nuestros días. Entre ellas, podemos enumerar la agresión militar de Playa Girón, la organización de decenas de atentados contra intereses cubanos (tanto en Cuba como en terceros países); los constantes intentos de asesinatos del Comandante Fidel Castro, etc.
Una de las primeras medidas adoptadas fue la declaración de una verdadera guerra económica contra la Revolución que se instrumentó a través de un bloqueo unilateral, por parte de los Estados Unidos, en el plano económico, comercial y financiero, al que los estadounidenses denominan “embargo”.
¿Qué es la Ley Helms-Burton?
Tras el triunfo de la contrarrevolución capitalista en la Unión Soviética, Cuba perdió más del 85% del comercio exterior que mantenía con los antiguos países socialistas. Con la intención de propiciar una contrarrevolución en Cuba, el Gobierno estadounidense (Bush) aprobó en 1992 la Ley Torricelli, dirigida a provocar “una transición pacífica a la democracia”.
Pero el pueblo cubano, en las duras condiciones del periodo especial en tiempos de paz, se dispuso a resistir, defendiendo el socialismo y la independencia. El Gobierno estadounidense (Clinton) respondió a la resistencia cubana con la Ley Helms- Burton, aprobada en 1996, dirigida a blindar el bloqueo contra Cuba y a sancionar con dureza a quienes osasen realizar cualquier tipo de transacción bancaria o comercial con Cuba. Una ley de aplicación extraterritorial, al afectar a las empresas y particulares de terceros países, que vulnera los más básicos principios del Derecho Internacional.
¿En qué consiste su título III?
El Título III de la Ley Helms-Burton incluye las siguientes medidas:
– Establece que las empresas de terceros países serán responsables ante los antiguos dueños de propiedades cubanas intervenidas o ante los sucesores de estos por daños y perjuicios por “traficar” con propiedades confiscadas.
– Pretende otorgarle derecho de reclamación a quienes no eran ciudadanos de Estados Unidos cuando sus propiedades fueron nacionalizadas o se marcharon del país abandonando dichas propiedades.
– Dispone que los tribunales de EEUU podrán arbitrar pleitos basados en el Título III dentro de los límites de su jurisdicción normal sobre las empresas extranjeras y facultan al Presidente para suspender la entrada en vigor de dicho Título así como para anular en cualquier momento el derecho de entablar nuevos pleitos por “tráfico”.
En aplicación de estas medidas, ya se han presentado varias demandas colectivas en Miami contra empresas que gestionan intereses turísticos en Cuba, entre ellas varias empresas españolas.
¿Qué otras medidas ha anunciado el Gobierno estadounidense?
El pasado 4 de junio, el Departamento de Estado de los EEUU anunció nuevas medidas contra el pueblo cubano:
– Se refuerzan las restricciones que sufren los ciudadanos estadounidenses que desean viajar a Cuba.
– Se establecen prohibiciones para embarcaciones procedentes de puertos estadounidenses que deseen dirigirse a puertos cubanos.
– Se prohíben los cruceros con destino a Cuba.
¡La solidaridad no se puede bloquear!
El triunfo de la Revolución Cubana desató un inmenso movimiento de solidaridad internacional que, durante décadas, respondió a cada agresión imperialista contra el pueblo cubano. Hoy, ante la nueva ofensiva estadounidense contra el socialismo y la independencia de Cuba, nos levantamos nuevamente contra el bloqueo criminal. Este 26 de Julio, junto al pueblo cubano, demostraremos una vez más que ¡la solidaridad es la ternura de los pueblos!