Hay una viñeta de humor gráfico tremendamente eficaz para sintetizar nuestras críticas a la vieja y nueva socialdemocracia. En ella aparece una enorme bota a punto de aplastar a dos trabajadores que aguantan como pueden el peso del sistema capitalista representado por el calzado. La viñeta correspondiente a la gestión liberal aparece en tonos grises, mientras que la gestión socialdemócrata aparece en tono multicolor. No obstante, no cabe duda, para los dos trabajadores que se resisten a ser aplastados, gris o de colorines, la explotación es la misma.
Hace cuatro años tuvimos que enfrentar una fuerte corriente de ilusión por un posible cambio en el Ayuntamiento de Madrid encabezado por Manuela Carmena, con la confluencia de distintas fuerzas políticas, con Podemos e Izquierda Unida como principales garantes del proyecto. No nos equivocamos al decir que ni partiendo de las mejores intenciones posibles, la gestión del Ayuntamiento de Madrid no podría ser favorable al pueblo trabajador. Sectarios, desconfiados, trasnochados… tuvimos que defender nuestra posición política independiente a toda costa frente a la marea de cambio que arrastraba a muchos compañeros de los sindicatos, de las organizaciones vecinales, de las asambleas de barrio.
Hoy que podemos echar la vista atrás y comprobar que las grandes promesas de Ahora Madrid se han quedado en el tintero, recuperadas algunas ahora en tiempo de campaña por cierto, somos nosotros quienes desde la humildad decimos que teníamos razón. Ya nos gustaría que todo fuese tan fácil como gestionar con sentido común, pero es que esta lógica de parvulario choca contra una sociedad divida en clases. Todo lo que no sea dar pasos en cualquier dirección a favor de la clase obrera, es dar pasos a favor de la patronal y esto es lo que lleva sucediendo en Madrid los últimos cuatro años, eso sí, cambiado el gris y los trajes, por un escenario multicolor más casual, con M de Magdalenas.
Los hay que dan siempre con el mismo callejón sin salida, la confluencia. Se quejan los actores de Madrid en Pie Municipalistas que si no se han remunicipalizado servicios públicos, si se ha seguido con la política de los pelotazos urbanísticos, si el drama de los desahucios sigue golpeando con puño de hierro en los barrios obreros y un largo etcétera de promesas incumplidas, se quejan de que es por culpa de la terrible Carmena y los suyos, que en realidad son muy malos y se han encaramado a los sillones y han desoído el “mandato ciudadano”. Malos bichos entre ellos haylos, Rita Maestre, Jorge Castaño, Nacho Murgui… y por supuesto los dos cabezas de cartel, Errejón y Carmena. Nos parece un poco simplón achacar los problemas de Madrid a la maldad de unos.
Parece ser que Podemos e Izquierda Unida no han aprendido la lección de historia, porque siguen queriendo gobernar España con el PSOE, no sé qué les hará pensar ahora que será diferente a los demás gobiernos antiobreros del PSOE. Pero es que en Madrid, a pesar de que supuestamente tienen todas las críticas del mundo a Más Madrid y al propio PSOE, su única aspiración es gobernar con ellos (si entran al Ayuntamiento). Pregunto de nuevo, ¿qué les hace pensar que ahora sí van a ser capaces de gobernar Madrid a favor de la mayoría trabajadora con esos compañeros de viaje?
Será que es cuestión de “frenar a la derecha” para que al final no gobiernen la capital el PP, Ciudadanos y VOX , pero que se apliquen las medidas que la patronal necesita con mano izquierda. Nosotros preferimos seguir sin apoyar ningún gobierno capitalista, de tono gris o parafernalia multicolor, preferimos insistir en la idea de que es la patronal quien tiene el poder, al margen de en qué convocatoria electoral nos encontremos y preferimos, por tanto, insistir en la idea de la organización de la clase obrera en los sindicatos y en las organizaciones populares para tomar el futuro en sus manos, en nuestras manos.
Por eso hemos trabajado estos largos cuatro años siendo la única voz, durante mucho tiempo, que se ha alzado porque Madrid seguía siendo gobernada para mayores beneficios de las grandes empresas. Es verdad que algunos concejales votaron medidas con la nariz tapada (¿es esto oponerse o es hacer el ridículo señor Sánchez Mato?), que se ausentaron de los plenos para no votar en contra (encomiable gesto de valentía y coherencia política, según algunos, ¿verdad Mauricio Valiente?) o que se manifestaron por el derecho a la vivienda siendo parte del gobierno municipal que envía a su policía a desahuciar (¡vaya juego de equilibrismo-oportunismo político, Rommy Arce!)
Más Madrid supone la continuidad de lo que ha sido el gobierno municipal estos cuatro años. Supone seguir pagando la deuda, esa que no íbamos a pagar, a costa de aceptar que nuestras condiciones de vida no mejoren. Seguir ofreciendo a Florentino Pérez, Rafael Del Pino, Carlos Slim, Amancio Ortega, Villar Mir, Ana Botín… a los fondos de inversión extranjeros, nuestros servicios públicos, nuestro suelo, nuestra explotación para su mayor enriquecimiento. Los más recientes guiños a la banca, a las empresas en general o a la educación concertada ratifican su apuesta por la patronal frente al pueblo trabajador.
Aunque lo digan con sonrisas y magdalenas, afirman que vas a seguir sin escuela infantil pública en tu barrio, que la conexión de bus entre tu trabajo y tu casa va a seguir siendo lenta y deficitaria, que el samur social va a seguir completamente desbordado, que la ciudad va a seguir sucia, que el parque infantil que deseas para tus hijos va a seguir sin arreglarse, que las farolas van a tardar una semana en arreglarse, que los socavones van a ponerte en peligro cuando pasees por la acera o cojas el coche, que la vivienda va a seguir siendo un bien de lujo.
No queremos su explotación coloreada de arcoiris y no hay razones para seguir tragando con la lógica de lo menos malo, cuanto antes seamos capaces de entenderlo, antes podremos comenzar el camino hacia un Madrid para la clase obrera.