Marina Quintillán, número 4 de la candidatura del Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) para las Elecciones Europeas del 26 de mayo, abordó en rueda de prensa las denuncias que su partido ha realizado sobre lo que ha supuesto la pertenencia a la UE para el sector primario.
“No es ninguna exageración decir que la UE ha destruido nuestra agricultura y ganadería”, afirma la candidata comunista, que añade que “por ejemplo, para el sector lácteo, que tanta importancia ha tenido en Galicia, Asturias o Cantabria, la entrada en la UE supuso una reducción drástica de la producción, de modo que España, uno de los principales productores, se convirtió en destinatario del excedente lechero de los países de centro y norte de Europa”.
“De la misma forma que se nos impone ser un país sin industria y con muchos hoteles, se nos ha impuesto una Política Agraria Común que ha tenido dos efectos: la reducción drástica del número de explotaciones agrarias y la fijación de la producción según los intereses de los monopolios agroalimentarios”, continúa Quintillán, que se muestra muy crítica con el efecto que esto está teniendo en la despoblación de muchos territorios, “se habla de la España vaciada, pero no se habla mucho de las razones de ese vaciamiento, y una de las principales es que las macroexplotaciones agrícolas y ganaderas que promueven las políticas de la UE no necesitan prácticamente mano de obra, por tanto la población emigra, es lo propio de un sistema capitalista que únicamente se interesa por el beneficio económico”.
Otro sector terriblemente castigado desde la entrada de España en la UE es el pesquero. “Antes de la entrada en la entonces CEE, en 1986, había 22.300 barcos con licencia para pescar en España, hoy son 9.200, un 58% menos”, indica la candidata comunista que aprovecha para denunciar “la hipocresía de la UE en esta materia, pues combina un férreo sistema de cuotas pesqueras en Europa con acuerdos que favorecen el saqueo de los caladeros de países como Namibia, Mauritania o Mozambique”.
Quintillán concluye señalando que “quienes van a votar el próximo día 26 deben saber que defender la UE significa defender el desmantelamiento de nuestra ganadería, agricultura y pesca. Por eso es necesario que el Partido Comunista sea más fuerte, para ser capaces de luchar contra todas estas medidas que atentan contra nuestros derechos, para ser capaces de empezar a construir un país para la clase obrera”.