Raúl Martínez, número 3 de la candidatura del Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) para las Elecciones Europeas del 26 de mayo, ha declarado que su partido considera que “El Euro no es ningún instrumento de convergencia en los niveles de desarrollo social de los países de la UE, sino que ha servido para generar una pérdida sustancial de soberanía económica y un desplome del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras”.
El PCTE, que participa en las elecciones europeas en una coalición con otros partidos de Irlanda, Italia, Suecia o Grecia, propone que es necesario “romper con la Unión Europea y con el Euro” si queremos tener un país soberano en el que los derechos de los trabajadores no se vean constantemente atacados”.
Martínez ha ofrecido algunos datos “de suma importancia para comprobar lo que venimos diciendo desde hace años: que el Euro fue un gran engaño a la sociedad española, pero sobre todo a la mayoría trabajadora de este país, que ha visto cómo una barra de pan cuesta hoy tres veces más de lo que costaba en 2002, o un kilo de tomates cuesta 4 veces más que entonces”.
El candidato subraya que “no se puede decir que el Euro haya sido una buena noticia para la clase obrera, ya que mientras los precios han aumentado de media un 40%, los salarios lo han hecho sólo un 28%. Es decir, el Euro nos sale caro a los trabajadores españoles y a los del resto de países que lo han adoptado”.
Continúa Martínez diciendo que “de no haber estado España en el sistema Euro, no habría habido amenazas para modificar el famoso artículo 135 de la Constitución para garantizar el pago de la deuda” y que “el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en el que nos metieron por estar en el Euro y la UE supone una constante amenaza permanente para nuestros servicios públicos, al limitar absurdamente la capacidad de endeudamiento público”.
El candidato comunista señala que “frenar la degradación y la progresiva privatización de los servicios públicos es imposible en la UE, independientemente de las mayorías que pueda haber en el Parlamento Europeo, donde finalmente no se decide casi nada”.
Raúl Martínez concluye que “es necesario levantar la alternativa a la Unión Europea, que es una herramienta que sólo sirve a los capitalistas; es fundamental comenzar a construir un país para la clase obrera, libre de todo tipo de ataduras que siempre han ido contra la mayoría trabajadora”.