Alí Babá y los 40 ladrones

Evento organizado por Alibaba en el Día de los Solteros en China. Imagen: AP.

El pasado noviembre se celebró en China, un año más, el Día de los Solteros. No es un festivo oficial pero sí, probablemente, uno de los más anhelados del año. Cae en 11 de noviembre, dado que el número 1 representa la soledad y 11 del 11 es la fecha con más unos en el calendario. Pero detrás de un concepto poético, celebrar el mal propio y ajeno (dado que en China la ausencia de pareja nunca es una elección, sino una desgracia), está una interesada solución: olvidar tus frustraciones comprando.

El Día de los Solteros se inauguró en 2009. Fue una creación del gigante empresarial privado Alibaba, conocido en España como el “Amazon chino”, de precios baratos y calidad cuestionable, pero que en China no sólo controla la distribución online a través de sus portales Taobao o Tmall, sino el pago online a través de Alipay (con el que se paga en kioskos, supermercados, restaurantes, hoteles, lugares turísticos, la declaración de la renta o incluso a los mendigos, que han sustituido el cuenco con monedas por un código QR), el entretenimiento en internet (con las versiones chinas de Spotify –Alimusic- o Youtube –Youku Tudou) o incluso los navegadores para el coche (Gaode maps).

El Día de los Solteros se ha convertido en la versión local del Black Friday y el Cyber Monday unidos, solo que a una escala china y superando en ventas a los dos juntos. El record de 2018 de 30.000 millones de dólares es más de dos veces las ganancias de 2015. Pero como en todo crecimiento del capitalismo, sus efectos son perversos.

No estando satisfechos controlando la distribución, Alibaba se ha lanzado también a por la producción. La fábrica Banzuo de ropa se ha tomado como ejemplo del capitalismo que viene. En esta fábrica, tras su acuerdo con Alibaba, 20 cámaras controlan en tiempo real cada movimiento de los trabajadores. Los datos están constantemente disponibles en la nube de Alibaba, con una estimación del tiempo restante hasta completar el pedido. El comprador individual recibe también esta información consultando su teléfono. Para la empresa, significar evitar largos stocks disponibles con anterioridad a la venta y pasar a la producción únicamente en función de la demanda, pudiendo calcular el tiempo hasta tener listo el producto y personalizar cada unidad en función de los deseos del consumidor. También significa ver de forma más objetiva las necesidades de mano de obra en tiempo real.

Para el trabajador, sin embargo, representa el control absoluto de la empresa, donde cada vez que se va al baño puede representar una violación del algoritmo.

Hace bastante que China ya no es el taller barato y pobre del mundo. La innovación, el desarrollo y la demanda interna son factores que describen hoy mucho mejor la realidad del país que los viejos tópicos que se utilizan desde Europa para entenderla. El nuevo capitalismo chino, además, tiene como insospechado aliado al gobierno, que ha tomado a Alibaba y otras grandes corporaciones como su modelo de futuro en el plan “Made in China 2025”.

Pero como todo capitalismo, las relaciones de producción generan un crecimiento exponencial de las diferencias en clases. Las diferencias de ingresos entre el 20% más rico y el 20% más pobre se multiplicaron 19 veces entre 2000 y 2015. La enorme burbuja inmobiliaria del país más poblado del planeta ha generado un sinfín de familias trabajadoras endeudadas para las próximas décadas.

Por eso, el Día de los Solteros no es únicamente una oda al consumo de los sectores más acaudalados de la sociedad. Zeng Yuli, periodista local, explica cómo cada vez más familias trabajadoras van incluyendo en una lista las compras del año, para hacerlas todas juntas durante los grandes descuentos del Día de los Solteros. Si su primera compra fueron dos vaqueros y una sudadera, en 2011 en sus tiempos en la universidad; ahora, con familia e hipoteca, compra los champús, geles, libros, material escolar e incluso papel higiénico que va a usar hasta el noviembre del año siguiente, además de ropa, comida y otras necesidades. Es la otra cara de los ingresos record del Día de los Solteros: Alí Babá y los 40 ladrones.

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