Primo Gibelli, conocido en España como José Antonio Galarza «Cordero», trabajó en Italia en una fábrica de motores de aviones de Turín, fue uno de los primeros inscritos en el Partido Comunista Italiano que emigró a la Rusia Soviética en 1921, donde trabajó como conductor hasta que se unió por recomendación de la Sección Italiana de la Comitern al Ejército Rojo y fue admitido en el Partido Bolchevique; participó en diversas batallas, siendo capturado en 1926 por los basmachis en Asia Central y fugado posteriormente robando un avión. Obtuvo la condecoración de la Orden de la Bandera Roja y finalmente, en agosto de 1936 viajó a España con el primer grupo de brigadistas.
Ya en la España de la II República, Gibelli se integró en una escuadrilla de bombardeo que tenía su base en el Aeródromo de Alcalá de Henares, donde habían sido destinados los pilotos soviéticos y otros internacionalistas para probar en acción los Breguet XIX (bombardero y avión de reconocimiento); de oficial al mando de la escuadrilla «Lafayette» pasó a comandar el Potez 540 de siete tripulantes.
A primera hora de la mañana del 10 de noviembre de 1936, en una operación de la defensa de Madrid, el «potez» de Gibelli despegó de Alcalá de Henares con el objetivo de bombardear el sector de Carabanchel, al sobrevolar las cercanías de Pinto y Alcorcón fue alcanzado por una batería fascista partiendo en dos el trimotor, envuelto en llamas cayó en territorio enemigo en paracaídas. Cuatro días después, el 14 de noviembre de 1936, un avión faccioso, un «caproni», sobrevoló Madrid con una macabra carga que dejó caer en el entonces Aeródromo de Barajas; se trataba de una caja de madera de color oscuro que contenía, en vuelto en una sábana, el cuerpo ferozmente torturado, mutilado y descuartizado de José Antonio Galarza con una nota con amenazas a los aviadores republicanos.
Los restos del piloto descansan en el Cementerio de Fuencarral en Madrid, junto a una placa conmemorativa, donde reposan también los de otros brigadistas caídos. Primo Gibelli recibió la condecoración de la Orden de Lenin y el galardón de Héroe de la Unión Soviética, a título póstumo, el 31 de diciembre de 1936. Volar era su pasión y combatir al fascismo la razón de su vida.
¡Gloria a las Alas Rojas!