Los docentes, movilizados por todo el país

La lucha del profesorado, en todas sus etapas, a lo largo y ancho del territorio nacional ha venido desarrollándose de una manera creciente a lo largo del último curso. Durante 2024 se iniciaron movilizaciones y huelgas en varias comunidades autónomas; en algunas de ellas, como Madrid, haciendo despertar un movimiento dormido desde hacía casi una década, con la convocatoria de hasta 7 jornadas de huelgas o paros, apoyadas algunas de ellas por la totalidad de las organizaciones sindicales y otras plataformas del profesorado madrileño.

Durante este 2025, la perspectiva de lucha en varios de estos territorios es dispar en su nivel de movilización, pero comparte unos objetivos similares y especialmente un marco de lucha objetivo que alcanzar que es exactamente el mismo.

Gorka Sáenz, docente en Euskadi, comenta a este respecto, poniendo el foco en la privatización que vive el sector: «Euskadi es la comunidad autónoma con mayor porcentaje de mercantilización educativa, lo que se traduce en una falta de recursos para la educación pública». Y lo relaciona con las demandas laborales del profesorado: «Esta realidad, junto al aumento exponencial de la carga de trabajo que traen las últimas leyes educativas, ha catalizado una dinámica de huelgas que buscan firmar un nuevo convenio que sustituya el de 2010».

Precisamente desde los recortes de 2010, en Madrid no se han recuperado ninguna de las condiciones de antes de la crisis. A día de hoy, la comunidad regida por Díaz Ayuso mantiene el número más alto de horas lectivas semanales del profesorado, tanto en primaria como en secundaria. Ha sido este el principal caballo de batalla del profesorado por mejorar la profesión docente. Sus demandas, a pesar de las jornadas de huelga, no han sido escuchadas por la Consejería de Educación madrileña, que ha propuesto un acuerdo totalmente insuficiente y con carácter progresivo, que se demoraría más de tres años. Los sindicatos de la Mesa sectorial se han mostrado favorables a firmar este acuerdo, a pesar de las críticas de una parte importante del profesorado.

En Cantabria, sin embargo, continúa la movilización. David Aguirre, docente, nos cuenta de primera mano: «Nos encaminamos hacia una huelga educativa el 3 de abril, que es parte de un proceso de movilización que se ha ido fraguando durante todo el curso escolar en defensa de una adecuación retributiva, tras 17 años sin un acuerdo salarial autonómico en los que el colectivo docente no ha hecho más que perder poder adquisitivo». David, miembro de la Junta de Personal Docente y militante del PCTE, insiste en las formas y perspectivas de lucha: «Algunos veníamos reclamando la necesidad de una huelga desde noviembre, cuando estábamos en el encierro en la sede del Gobierno autonómico. Sin embargo, los compañeros de otras organizaciones sindicales entendían que no era el momento más apropiado, pero la situación ha llegado a tal punto de bloqueo por parte de la Consejería de Educación que todos los sindicatos que conforman la Junta de Personal han visto la huelga como el único camino posible para lograr la adecuación retributiva».

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