Los trabajadores de VTC en Madrid llevaban meses en negociaciones por un nuevo convenio regional. Vistas las negativas que daba la patronal a una serie de reivindicaciones mínimas, tomaron la decisión de organizar varias jornadas de huelga a principios del verano. Entrevistamos a Juan, trabajador de VTC en Madrid y miembro del Comité de Empresa de Ares Capital, para que nos informe sobre la realidad de este sector y nos cuente cómo ha sido el proceso de negociación y movilización.
NR: Muy buenas, Juan. Gracias por concedernos esta entrevista. Sabemos que durante los últimos meses los trabajadores de VTC en Madrid habéis estado movilizándoos por un convenio colectivo regional. Cuéntanos: ¿cuáles eran las reivindicaciones y cuál ha sido la respuesta de la patronal?
¡Hola! El placer es mío, gracias por darnos la posibilidad a los trabajadores y trabajadoras de la VTC de darle más visibilidad a nuestros problemas diarios.
La reivindicación principal era el salario; básicamente, dejar de ser trabajadores pobres con una nómina. Esto, por desgracia, es así en la VTC: somos trabajadores pobres, actualmente cobramos el SMI, que no da para tener una calidad de vida mínima en ninguna ciudad, pero mucho menos en Madrid, donde el coste de la vida es notablemente superior a lo que permite este salario. Por eso solicitábamos como medida urgente la mejora de salario; solicitábamos 18.000 euros, nada descabellado teniendo en cuenta que el salario medio en la ciudad de Madrid es de 36.000.
Ante esta solicitud, entre otras, a la patronal no se le ocurrió otra cosa que decir que se la sudaba [sic] lo que pidiéramos, perdón por la expresión. Lo expreso así porque este es el nivel empresarial en este sector.
NR: En vuestro caso, además, la empresa ha contado con un aliado «sindical» en este proceso, ¿verdad?
Así es, el Sindicato Libre De Transporte (SLT) es el principal apoyo de estas empresas, es junto a estos empresarios quien impide el avance social y económico de los trabajadores y trabajadoras de este sector. En el caso de los empresarios, si me apuras, se puede entender; buscan sus beneficios de una forma más rápida y eso pasa por no repartir de una forma más justa la riqueza que generamos los trabajadores, pero ¡¿en un sindicato?! No me entra en la cabeza. Obtendrán otros beneficios.
NR: Háblanos un poco de la represión que vivís en el sector, tanto para aumentar la explotación como para tratar de evitar la organización de los trabajadores.
Sí, es algo que pasa muy a menudo, no solo con la plantilla, sino con la propia RLT; somos sometidos a una presión continua y a un abuso de poder por parte de estas empresas. Si pasa en mi empresa, que ya llevamos organizados y sindicatos varios años, no me quiero imaginar lo que pasa en otras empresas.
Mi empresa, Ares Capital, más conocida como MooveCars, cada poco tiempo impone sanciones de empleo y sueldo, que varían tanto en la tipificación de la falta como en los días de sanción de empleo y sueldo, siendo de tres, siete o quince días, hasta en ocasiones superar el mes o los meses. Esto no se hace con el objetivo de castigar a un trabajador por haber realizado mal su desempeño, se hace con la intención de crear miedo y reprimir al trabajador, castigándolo con lo más sagrado, que es el salario. No te haces una idea del daño que hace, en una persona que cobra el SMI, que te quiten 150 euros o 300, o imagínate cantidades superiores. Ese mes, esa persona posiblemente no pueda pagar su alquiler, la comida o el abono de transporte. La mayoría de trabajadores de la VTC viven al día, muchos no se pueden permitir ni tomar un simple café en un bar; imagínate, si te quitan 300 € de la nómina, el daño que te hacen.
Curiosamente, estas sanciones las sufren personas que no realizan jornadas maratonianas, simplemente cumplen con su jornada de ocho horas. Es a este tipo de trabajadores a los que empresas como la mía ponen estas sanciones, con la intención de someterlos, meterles miedo y, así, que vuelvan al redil que marcan las empresas, es decir, hacer más horas de las legales o que se vayan de la empresa. Trabajadores que cumplan su jornada de ocho horas no les resultamos rentables.
Cuanto más tiempo esté un coche circulando por la ciudad, más será lo que genere económicamente, y si no se pagan las horas extras realizadas, más rentables aún son el coche y esa persona. Es por esto por lo que se somete a los trabajadores. Por eso estas empresas tienen una rotación de personal tan alta; en mi empresa, algunos trimestres se va a más de un 50 % de no superados en el periodo de prueba. Esto funciona de igual manera para impedir la organización sindical, no en mi empresa, pero sí lo sé de otras empresas.
NR: La organización sindical de las plantillas de VTC en Madrid es realmente reciente. Cuéntanos cómo fue el proceso de articulación de dicha organización, cómo se dan los primeros pasos y cómo se llega hasta el momento actual.
Es muy reciente, yo llevo en la VTC seis años, y organizado y sindicalizado en el sector, cinco. Yo empecé la acción sindical y busqué ayuda en mi sindicato, Comisiones Obreras, por el hartazgo de la situación laboral a la que estaba sometido. Por aquel entonces, en 2019, el salario no llegaba a los 1.000 €, nos obligaban a hacer doce horas diarias… una locura. En mis anteriores trabajos yo no tenía esas condiciones infrahumanas.
No necesité mucho más para ver que esto había que cambiarlo, y empecé a hablar con otros compañeros; hacíamos reuniones y asambleas para organizarnos. Fue complejo y costó mucho. Estaban las personas que por miedo no daban el paso, estaban los chivatos que venían a las asambleas para poner la oreja e ir con el cuento al jefe…
Para poder presentarte a unas elecciones sindicales necesitas tener al menos seis meses de antigüedad en la empresa, y en estas empresas superar los tres meses es todo un récord, ya no te digo nada llegar a los seis meses sano y salvo… Esto complicaba mucho conseguir candidatos, y es aquí donde SLT cumple un papel esencial en este sector.
SLT, como sindicato amarillo que es, no tiene que hacer nada: son las empresas las que se ponen en contacto con este «sindicato» y le facilitan los trabajadores con más antigüedad y los más sumisos. Tú ponte en el papel de un trabajador al que le llama su jefe y le manda hacer esto o esto otro; no te preguntas nada, simplemente obedeces. Aquí juegan un papel muy importante los trabajadores migrantes, que en muchos casos desconocen lo que es un sindicato. Estas empresas se aprovechan de todo y este «sindicato» no tiene escrúpulos. Es su negocio.
En mi caso, en mi empresa el primer proceso electoral se celebró en junio del 2019, hicimos una muy buena campaña y al haber realizado las asambleas la gente nos tomó como un referente. CCOO ganó las elecciones. Con mucho trabajo y esfuerzo, poco a poco conseguimos mejoras: pasamos de que la plantilla hiciera las doce horas de rigor a que no tuviéramos miedo e hiciéramos nuestras jornadas, las que tenemos por contrato; sí, conseguir hacer ocho horas en este sector se puede considerar un éxito. También conseguimos que nos compensen los festivos trabajados o que paguen las horas extras –mal pagadas, pero que las paguen–; podría extenderme mucho más, pero esto es un pequeño resumen.
NR: Y es que hablamos de un sector que reúne a trabajadores de diversas nacionalidades y procedencias: cuéntanos un poco sobre el perfil del trabajador o trabajadora de VTC y de cómo se articula la unidad de clase.
Cuesta mucho organizar a la gente, por lo que comentaba antes: hay miedo y se infunde el miedo. Poco a poco vamos ganando en afiliación, a pesar de que es un trabajo con una alta rotación de personal. Mucha gente utiliza este trabajo como empleo puente: trabajan aquí hasta que les sale algo mejor, y obviamente no es muy difícil.
Tenemos una dificultad, y es que muchos compañeros vienen de países en los que no hay sindicatos, en los que no tienen una nómina mensual fija, sino que según trabajan tanto ganan; están acostumbrados a trabajar hasta que el cuerpo aguante, a destajo.
En España, por suerte, el trabajo a destajo no es legal, pero estos compañeros están acostumbrados a esta forma de trabajar, es habitual en sus lugares de origen, y cuesta hacerles entender que esa no es la forma, no entienden el trabajo de otra manera. Es aquí donde tenemos un papel crucial la parte sindical; debemos trabajar unitaria y pacientemente por elevar su conciencia política y promover su involucración combativa.
Poco a poco lo conseguimos, pero en este sector se sigue trabajando con el incentivo, puesto que las empresas son conocedoras de las personas que tienen entre sus filas. Si tienen un incentivo, los trabajadores, con la intención de ganar más dinero, realizarán más horas con tal de superar ese incentivo, para ver incrementada su nómina.
Yo soy partidario de eliminar este incentivo y de incrementar el salario, pero esto no interesa a las empresas. Me empeño en trabajar y concienciar a los compañeros en la necesidad de luchar por un salario más justo y digno, haciéndoles ver que es mejor conquistar un salario fijo que uno variable en forma de incentivo. Poco a poco se consiguen resultados.
NR: ¿Cómo encaráis el nuevo curso? ¿Cuáles serán las siguientes batallas?
La patronal firmó el pasado mes de mayo el segundo convenio de VTC de Madrid, con la ayuda inestimable del SLT. Este convenio se estaba negociando entre SLT, UGT y CCOO como agentes sociales, y ASEVAL y UNAUTO por la parte empresarial.
La plataforma de los tres sindicatos tenía como línea roja el salario en 18.000 €; si no se obtenía ese salario, no se firmaba. Tras varias reuniones de paripé, acabó firmando SLT con las dos patronales por 17.000 €. UGT y CCOO nos negamos a firmar semejante infamia.
Visto el resultado del convenio, tanto UGT como CCOO mandamos a la dirección de Ares Capital una propuesta de mejora de convenio, que consiste en un salario de 18.000 € para el 2024 y subidas para el 2025 y 2026, que se compensen los festivos trabajados por dos (por cada festivo trabajado, dos días a elección del trabajador) o que se incremente el valor de la hora extra por 1,5, entre otras medidas.
La empresa mostró su rechazo a los pocos días, y esto nos llevará a agendar un calendario de movilizaciones y luchar por la conquista de estas mejoras en las calles.
NR: Suerte en vuestra lucha y ánimo para las próximas movilizaciones. Por último, ¿algún mensaje que quieras trasladarles a los lectores de NR?
Que si en la VTC hemos podido avanzar de esta forma, es posible replicarlo en cualquier otro sector. Es obligación de cualquier persona trabajadora fomentar la sindicación en sindicatos de clase, organizarse para conquistar nuevas metas y derechos que nos fijemos. Es necesario participar en las manifestaciones y movilizaciones de cualquier sector, pues la unión entre trabajadores nos fortalece, es la forma de avanzar y conquistar.