El II Congreso del PCTE sesionó sus discusiones finales en los días 13 y 14 de noviembre. Cien años de experiencia nos preceden, y esto nos permite tener la vista larga para analizar la actualidad. Decenas de Partidos Comunistas y Obreros del mundo hermanados con nosotros nos aportan también valiosísimos conocimientos de cómo ha logrado el capitalismo sobrevivir durante este último siglo a las embestidas liberadoras de la clase obrera mundial. Ningún momento, ningún lugar y ningún protagonista de estos cien años es idéntico a otro anterior, pero sí hay siempre elementos que resuenan. La historia se mueve por un motor relativamente sencillo, la lucha de clases, que hace que aquellos que contemplan el mundo bajo su égida puedan detectar los patrones que se repiten y actuar en consecuencia.
El marketing del gobierno de PSOE-UP trata de vaciar la memoria de la clase obrera y nos sitúa una España en 2021 absolutamente excepcional. Estamos, según ellos, en una encrucijada histórica en que se dirime la lucha entre la democracia y el autoritarismo. Las propuestas de sus ministros se nos muestran como ideas únicas, brillantes y valientes. Borrar nuestra memoria siempre ha sido la manera más efectiva de hacernos caer en los mismos errores para que los de siempre mantengan el poder.
El valor del Partido Comunista toma en pleno siglo XXI, en ese sentido, una nueva dimensión. No es sólo la base de la destrucción del mundo antiguo, es el hilo rojo de recuerdo de nuestras luchas pasadas. El PCTE hoy trae a la clase obrera las enseñanzas que, a lo largo de 100 años, los obreros del mundo han ido forjando. Traemos a la memoria las traiciones de la socialdemocracia en la Primera Guerra Mundial, el asesinato de los revolucionarios alemanes, la complicidad con el fascismo en los años 30, el papel servil y anticomunista en su lucha contra el bloque socialista, los engaños de Felipe González o recientemente la experiencia de Syriza en Grecia. Por todo ello decimos que la confianza en este gobierno ya sabemos dónde nos conduce, porque este camino la clase obrera ya lo ha transitado demasiadas veces.
El Partido Comunista es la espina dorsal del hilo rojo de la historia. En los años 90 casi la consiguieron romper. Casi. Pero el Partido Comunista siempre resurge de nuevo, porque es la expresión organizada de las necesidades últimas de nuestra clase social. En este II Congreso el PCTE se encuentra fuerte política e ideológicamente. Hemos anclado los pies a nuestra historia como gruesas raíces. Y una vez hecho esto, nos proponemos avanzar, crecer, pasar a la ofensiva. Por eso este II Congreso acaba de aprobar un Manifiesto-Programa que en breve será de dominio público para toda la clase obrera. Ya vuelve a ser hora de que los comunistas le digan al pueblo qué proponen y cómo piensan hacerlo para lograrlo.