El Gobierno Regional madrileño ha decretado el fin del segundo ciclo de educación infantil en 9 escuelas públicas de la Comunidad. Esta decisión, si queremos contextualizarla, no viene motivada ni por una “racionalización” de recursos o por un desdén al consenso académico sobre la necesidad de considerar globalmente los 0 a 6 años como una única etapa educativa, la razón fundamental y la estrategia que guía toda la actuación del Gobierno de la CAM es la de desmantelar los servicios públicos para abrir nichos de mercado y ensanchar oportunidades de negocio al capital privado.
No se trata, por tanto, de apelar al sentido común de quienes se guían por esta máxima, tampoco a su empatía para ponerse en el lugar de los niños y niñas que se quedarán sin su escuela o de los problemas extra causados a las familias. Tampoco se trata de convencerles de los grandes proyectos educativos desarrollados en estas escuelas, de las oportunidades que brindan estos centros específicos de educación infantil. No les vamos a convencer porque su lógica es la de encajar nuestras necesidades en sus cuentas de resultados.
Los datos de penetración de la inversión privada en el primer ciclo de infantil en la Comunidad de Madrid son demoledores, donde existen un total de 1.377 centros, de los cuáles únicamente son públicos 483, es decir, tan solo el 35% del total.
No existe en los anuarios estadísticos de la Comunidad el número de alumnos que cada año se quedan sin plaza en Escuelas Infantiles públicas y cuyas familias deben elegir generalmente entre dos opciones. No trabajar y asumir una mayor carga en la tarea de cuidados, carga que generalmente asume quien tiene peores condiciones laborales, es decir, las mujeres trabajadoras, perpetuando los roles de género y generando una situación de dependencia económica hacia el hombre. La otra opción, que se encargan de promover mediante el cheque-guardería es el de llevar a los hijos a centros privados y recibir una subvención por ello, que supone un trasvase directo de dinero a la patronal educativa.
Desde el Gobierno de España tampoco se ha intervenido, por ejemplo, con la LOMLOE, para corregir la situación con respecto al primer ciclo de Educación y su separación del segundo, la fijación de menores cupos de maestros y maestras y otros perfiles por aula, la equiparación de condiciones laborales entre las trabajadoras del primer y el segundo ciclo, etc.
Las familias de algunas de estas escuelas, como el AFA de la Escuela Infantil Zaleo o el AMPA de la Escuela Infantil los Ángeles, ya han comenzado las movilizaciones, retomando la actividad de la Plataforma Salvemos las Escuelas Infantiles 0-6. La movilización de las trabajadoras y las familias debe ir acompañada de la movilización de otros sectores en defensa de una educación pública de calidad, pública y gratuita en todas las etapas vitales.