El PCE como Sección Española de la Internacional Comunista: un acercamiento histórico

El 14 de noviembre de 1921 tras la unificación de los partidos anteriormente existentes, se crea el Partido Comunista de España (sección española de la Internacional Comunista) desde entonces hasta la disolución de la Comintern en mayo de 1943 formará parte de la misma.

Desde el combate contra el izquierdismo en los años 20 a la política frentepopulista pasando por la política de frente único por la base, la labor del PCE está marcada por la evolución de la IC, especialmente relevante en lo que se refiere a la elaboración de la estrategia y la táctica del Partido.

En ese sentido, en 1928 el VI congreso de la IC coloca a España entre los países de nivel medio de desarrollo capitalista donde o bien se daría una revolución democrático-burguesa que se transformaría en revolución socialista o bien una socialista que asumiera tareas democráticas. En lo concreto el PCE y la IC aplican para España la primera opción sobrevalorando los restos feudales y subestimando el desarrollo capitalista y el carácter burgués del poder en España fruto de un complejo proceso de revolución burguesa en el siglo XIX.

Esta será la concepción general que impere en el PCE desde el III congreso de 1929 en adelante y que junto con la aplicación de las estrategia y táctica del Frente Popular emanada del VII congreso de la Comintern de 1935 explica que no se formulase una política que ligase la lucha contra el fascismo de la lucha por el poder obrero y el socialismo en el contexto de la guerra nacional-revolucionaria. 

Volviendo varios años atrás, es conocido el papel de la IC en el proceso de bolchevización del PCE. Habitualmente se ha ligado, no sin cierta razón, esto al combate contra el bullejismo en el plano político (incorrectamente visto en muchas ocasiones como desviación izquierdista cuando fue más bien al revés) pero hay otro aspecto clave y es el de la insistencia de la IC de dotar al PCE de una práctica organizativa propia del centralismo democrático y de desarrollar el Partido en los centros de trabajo, en esas claves se sitúan varios documentos de distintas instancias de la Comintern. En este trabajo resultó clave la aportación de aquellos militantes del PCE que se formaban como cuadros en la escuela leninista internacional en Moscú, así como la de los camaradas de las delegaciones de la IC en España. 

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el impulso en España de toda una serie de estructuras de masas vinculadas de una forma u otra a la Comintern. Hacer la historia de las mismas es complejo y excede las pretensiones de este articulo así que vamos a tomar de ejemplo la situación de periodo 32-35 sin tocar todas ellas si no algunos ejemplos para dar a conocer esta parte de la labor de los comunistas españoles como sección de la Comintern. 

Por una parte tendríamos la Internacional Sindical Roja (Profintern) a la cual estaba afiliada la Confederación General del Trabajo Unitaria (CGTU), además de en ella, los comunistas intervenían en otras centrales sindicales como la CNT o la UGT, a donde llevaban la propuesta sindical de la Profintern tanto a través de su labor directa como a través del impulso de los grupos de Oposición Sindical Revolucionaria.

También nos encontramos con el Socorro Rojo Internacional, cuya sección española celebró su I congreso del 25 al 28 de septiembre de 1932 y que tendrá su máximo desarrollo a partir de las tareas de solidaridad con los represaliados tras la revolución de Octubre de 1934.

Otro ejemplo es el de la Federación Cultural y Deportiva Obrera que en su congreso de julio de 1934 decide adherirse a la Internacional Roja del Deporte (Sportintern) y en cuyas filas tomarían parte cuadros de la UJC como Andrés Martín, asesinado por los fascistas en la guerra nacional-revolucionaria.

Asimismo, las mujeres comunistas tanto en España como a nivel mundial impulsaron en 1934 el Comité de mujeres contra la guerra y el fascismo, que en España sería el embrión de la posterior Agrupación de Mujeres Antifascistas.

Muchas de esas estructuras se irían fusionando con las equivalentes controladas por la socialdemocracia en el contexto de la política del VII congreso a la que se hacía mención hace unas líneas.

En un artículo como éste no se puede hacer otra cosa que destacar el inmenso papel de las Brigadas Internacionales en cuyas filas combatieron decenas de miles de comunistas.
Su integración en el PCE se hace creando células en las compañías de las BB.II. en contacto con la Comisión de Cuadros extranjeros del CC, así como con la Comisión Político-Militar. Esto se daba ya que como sección de la Internacional Comunista el PCE incorporaba a los militantes de otras secciones que vivían en el país. Al disolverse la Comintern y por tanto no existir la misma como partido mundial los partidos comunistas pasaron a contar con organizaciones propias en el extranjero. 

A buen seguro podríamos desarrollar más en detalle algunos aspectos de este artículo que esperamos sirva de homenaje a la militancia comunista que afrontó todas estas tareas durante aquellos años y de cuya experiencia bebemos la militancia del PCTE a día de hoy. 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies