Fueron, son y seremos

El «Batallón Femenino de Vanguardia Rosa Luxemburgo» durante una manifestación en Madrid, 1936.

Dolores Ibárruri, Lola Flores, Rosa Luxemburgo, Carmen de Mairena, las Trece Rosas… Leyendo esos nombres, podemos entender la relación que existe entre Ibárruri, Luxemburgo o las Trece Rosas, pero… ¿Lola Flores o Carmen de Mairena? Pues bien, si algo tienen en común todos estos nombres es que son reivindicados por igual por la socialdemocracia. Y sin ruborizarse además.
 
No solo es vergonzoso que reivindiquen figuras que nada tienen que ver con ellos, sino que además, los mezclan con homenajes a personajes de la farándula y con un pasado plagado de dudosos méritos.
 
Esto nos deja una primera afirmación: la falta de referentes de la socialdemocracia, en especial de la nueva, hace que, como pollo sin cabeza, corran a reivindicar lo primero que se les ocurre. Igual te reivindican a La Pasionaria o Rosa Luxemburgo, sin decir en ningún momento que eran dirigentes comunistas, como celebran una declaración de Lola Flores sacada completamente de contexto y, además, sin tener en cuenta algo fundamental: que la Flores decía cualquier cosa bajo el mandato del poderoso caballero Don Dinero.
 
El pasado 15 de enero se cumplieron 102 años desde el asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Irene Montero, Ministra de Igualdad del gobierno de coalición, publicaba en sus redes sociales que “Se cumplen 102 años del asesinato de Rosa Luxemburgo. Una mujer que comprendía la necesidad de que las mujeres trabajadoras ganaran terreno en la vida política para conquistar derechos y transformar de raíz nuestras sociedades”.
 
Como se puede comprobar, en ningún momento hace mención de que Rosa fue dirigente comunista y que, además, fue encarcelada, torturada y asesinada por aquellos que defendían los valores de la ministra: la socialdemocracia. ¡Y encima se creerá que hace un favor a la memoria de Rosa Luxemburgo! Cuánta desfachatez y qué falta de estudio tiene a sus espaldas Irene Montero.
 
Al mismo tiempo que se jactan de reivindicar a las comunistas, todavía tienen tiempo para ponerlas en el mismo nivel que, por ejemplo, Lola Flores o Carmen de Mairena. A la primera, le han estado dando mucho protagonismo por decir que una persona es mujer porque “le gusta planchar”. Obviamente, todo el mundo sabe que si a una persona le gusta planchar es automáticamente una mujer, y si a otra le gustan los coches, es directamente un hombre. ¿Pero qué clase de seres se piensan que somos? ¿Acaso se piensan que nos vamos a dejar manipular de una manera tan ruin?
 
Por otro lado, en círculos próximos a la nueva socialdemocracia, tenemos que mirar, y de manera atónita además, cómo se reivindica a una persona como Carmen de Mairena. Sí, leéis bien, a Carmen de Mairena, esa persona que estuvo condenada por proxenetismo, por lucrarse de la explotación sexual de mujeres rumanas en Barcelona. Y así, con todo.
 
Pero la vieja socialdemocracia, encarnada sobre todo en el PSOE, no se queda tampoco atrás. Cada año insisten en homenajear a las Trece Rosas, e incluso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visita el monumento a las 13 jóvenes fusiladas para, según ellos, rendirles tributo… ¿Acaso saben que esas 13 mujeres eran de las Juventudes Socialistas Unificadas? ¿Acaso saben que eran comunistas? Han sido capaces, incluso, de utilizarlas en mítines electorales… ¡Y sin sonrojarse ni un poco, sin ningún tipo de rubor!
 
¿Tan falta está la socialdemocracia, tanto la vieja como la nueva, de referentes y ejemplos, que tienen que adueñarse de aquello que no es suyo? Hay que tener poca memoria y poca conciencia para ser capaz de reivindicar a militantes y dirigentes comunistas como algo propio, cuando todos sabemos que cuando la socialdemocracia ha tenido la oportunidad, ha traicionado a cualquier comunista para seguir manteniendo sus propios privilegios a costa de la vida de miles de personas. Y no, eso es algo que nosotros no olvidamos… Y que tampoco vamos a volver a consentir.
 
Que metan en el mismo saco como adalid del “feminismo”, por ejemplo, a La Pasionaria y Luxemburgo, junto a Kamala Harris o Lola Flores es algo que las comunistas no podemos dejar de lado, porque aquellas que dieron ejemplo en los momentos más difíciles no pueden ser comparadas con aquellas que elogiaron al franquismo, que liquidó a miles de comunistas, o con aquella que, como vicepresidenta de Estados Unidos, va a permitir bombardear y asesinar a hombres, mujeres, niños y niñas en los países que decidan invadir. Pero eso sí, siempre desde el feminismo.

Que ellos sigan reivindicando a Lola Flores si les da la gana, o a Carmen de Mairena, o a Kamala Harris… O a cualquier mujer que represente sus intereses. Pero con lo relativo a las mujeres trabajadoras, con lo relativo a las comunistas, no vamos a permitir que ensucien sus nombres, su historia y su legado. Porque fueron, son y seremos.

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