Ni la pandemia, ni el confinamiento, ni los ERTE han impedido que 543 trabajadores perdieran la vida en su puesto de trabajo en los nueves primeros meses del año, 36 más que en el mismo período de 2019, lo que supone un incremento del 7,1%, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Por su parte, los accidentes laborales ascendieron hasta los 348.862 con baja médica, de los cuales 327.163 fueron sufridos por trabajadores asalariados y los 21.699 restantes correspondieron a trabajadores autónomos. La estadística también indica que, durante los nueve primeros meses del 2020, se han producido 2.648 casos de contagio por Covid-19, entre los que se encuentran 17 fallecidos.
Estos alarmantes datos de siniestralidad laboral contrastan con el parón en la actividad de numerosos sectores económicos y evidencian el aumento de la precariedad y la explotación laboral.