Buenos días Daniel, eres trabajador de una tienda de Mercadona en Valladolid. En estas semanas estamos viendo cómo la crisis del coronavirus está acaparando toda la atención mediática y está modificando nuestros patrones habituales de comportamiento. Uno de los mayores ejemplos son las fotos que se han difundido masivamente de colas de personas a la puerta de los supermercados, estantes vacíos, grandes compras, etc. Nos gustaría conocer un poco cómo esta siendo esta experiencia desde dentro de uno de los supermercados más abarrotados.
¿Cómo está siendo la experiencia?
Primero agradecer este espacio que nos ofrecéis y aunque no hablo en nombre de mis compañeros creo que si puedo representar de alguna manera el sentir general o al menos el de buena parte de los trabajadores de este sector. La verdad que esta semana ha sido una locura, comenzó como una semana cualquiera pero a raíz de los vídeos que circularon de Madrid estalló la histeria. Los primeros dias nos pillaron con la guardia baja y fue un descontrol en la tienda, pero actualmente ya estamos más organizados y poco a poco hemos ido afrontando de mejor manera la situación.
¿Qué dificultades estáis encontrando estos días en el trabajo? Nos referimos a cuestiones sobre turnos, horarios, volumen de trabajo…
Al contrario que en otras empresas nosotros no estamos afrontando situaciones en las que se lucha por nuestro puesto de trabajo por la imposición de ERTEs o despidos por «causas objetivas», de momento. La verdad que esta situación ha sido algo insólito, ni siquiera en los días más duros de navidad he visto algo así. El volumen de trabajo ha sido descomunal, no solo hemos tenido una mayor afluencia de clientes, si no que también los últimos días de la semana han llegado más camiones de mercancía de lo normal. En mi tienda hemos tenido que afrontar esta situación con el mismo número de trabajadores previsto para una semana normal. Entonces hemos tenido que ir improvisando entre todos sobre la marcha, modificando los descansos en función de la afluencia, tareas asignadas a cada uno, etc. aunque finalmente los horarios semanales no han sufrido grandes modificaciones.
¿Qué medidas está tomando la empresa para la protección sanitaria de los trabajadores?
En Mercadona nos han ido transmitiendo mensajes a través de una app de trabajadores donde se nos daban consejos a nivel sanitario. También se nos han facilitado guantes y geles, aunque en cuanto a la desinfección de la tienda y del material con el que trabajamos será a partir del lunes cuando se empiece a hacer, ya que van a contratar equipos externos para la desinfección. También, desde el viernes se puso seguridad a la puerta de las tiendas para controlar el aforo, ya que no todas las tiendas tenían instrucciones sobre este tema y por eso hemos tenido esta situación de afluencia masiva con el riesgo que ello supone para nuestra salud como trabajadores y para los propios clientes. Por último, la medida más sonada es que la empresa ha anunciado que van a pagarnos un 20% más este mes. Sin embargo, la empresa ha factura por encima de un 150% más. Evidentemente, esto no es más que una actuación de la empresa de cara a lavar su imagen pública.
Muchas gracias por dedicarnos este tiempo. Si quieres decir algo más…
Sí, que me gustaría destacar el compañerismo de estos días. Yo la verdad que tengo suerte con mis compañeros pero estos días se ha demostrado que al final somos uno y que sin nosotros, los trabajadores, ni la mía ni ninguna tienda saldría adelante. Si no fuera por esta unión el estrés y la ansiedad de estos dias hubiera acabado con más de uno, ya sea asumiendo tareas de otros para descargar cansancio, bromeando, consolando o cualquier pequeño gesto de complicidad en las horas más intensas. Tampoco quiero olvidarme de los camioneros que debido al aumento del consumo han tenido que asumir una gran carga para poder mantener las tiendas abastecidas, porque ni la mercancía llega al almacén por arte de magia, ni los pasillos se reponen solos. Hay mucho esfuerzo, muchas horas y mucha tensión detrás de los estantes y cajas registradoras de los supermercados. Como he visto estos días en las redes sociales, con esta desagradable experiencia generada por la pandemia del coronavirus queda claro que solo el pueblo salva al pueblo, y los trabajadores, de la sanidad o de los servicios, son quienes están poniendo su energía y su salud al servicio de las necesidades colectivas de la población.
Y por último, estos días está surgiendo habitualmente la reflexión sobre el tipo de sociedad en el que vivimos, y cómo prima una visión egoísta e individualista frente a las necesidades sociales colectivas. Lo vemos con quienes se saltan las recomendaciones y salen de viaje, de paseo, de fiesta… pero también con quienes en esta situación están arrasando con productos de primera necesidad, sin que haga falta, llevando cantidades absurdas de muchos productos que no van a gastar. He visto estos días situaciones increíbles, como una mujer embarazada pidiendo por favor un gel de manos y gente con más de 10 botes en sus carros no ceder ninguno. En una tienda cercana dos personas acabaron pegándose a botellazos porque una quitó leche a la otra de su carro. He visto empujones en pasillos, insultos y faltas de respeto a compañeros de trabajo por no tener en la tienda lo que iban a buscar. En definitiva, estos son los valores que fundamentan y que se promueven en el capitalismo, sistema que se basa en la acumulación individual y en la explotación de la mayoría… por eso estos días hemos sido testigo de este consumo individualista y exagerado, exacerbado por la histeria colectiva que han promovido durante semanas los medios de comunicación…. En este tipo de situaciones queda claro que es necesario intervenir de alguna manera los stocks y el comercio de bienes de primera necesidad para que ninguna familia sufra el desabastecimiento, situando como prioridad la satisfacción de las necesidades básicas de todas las familias trabajadoras.