El 1 de enero de 2002 entraba en circulación el euro como moneda de los países que integraban la Unión Europea y que suponía la desaparición de la peseta.
¿Qué ha supuesto la entrada del euro en España para la clase obrera y los sectores populares? ¿Cómo han subido los precios de los productos básicos? ¿Han subido los salarios de los trabajadores en relación a la subida de los precios? Analicemos algunos datos.
Precio de algunos productos básicos
La comparativa de algunos precios de productos básicos de alimentación, transporte y recreación muestran una evolución al alza.
Podríamos pensar que los artículos seleccionados en la comparativa no se ajustan a la evolución real de los precios, ya que existen otros artículos y bienes que han bajado su precio. Para un mejor análisis de la realidad, podemos observar los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del IPC base 2016 en el periodo desde enero de 2002 hasta marzo de 2019 que muestran una subida del 39%.
La electricidad en España según datos estadísticos de Eurostat ha pasado de 0,14€/KW hora a 0,2477€/KW hora en 2018. Es decir, un incremento de 1,7, por lo que en 2018 pagamos casi el doble por la electricidad que en 2007.
¿Cómo han evolucionado los salarios?
Frente a la subida generalizada de los precios, los salarios han subido en menor cuantía. Si comparamos el incremento del salario medio en el periodo 2002-2016 (último dato ofrecido por el INE) y la subida de los precios en el mismo tramo, vemos como el crecimiento de los salarios fue de 0,17 frente a una subida de precios del 0,368. (Fuente INE)
Este problema afecta en mayor medida a la mujer trabajadora ya que según el INE: “En el año 2016, el salario anual más frecuente en las mujeres (13.500,4 euros) representó el 77,1% del salario más frecuente en los hombres (17.509,4 euros). En el salario mediano este porcentaje fue del 77,8% y en el salario medio bruto del 77,7%”.
Podemos observar la evolución de otros datos como el que mide la evolución de la pobreza que experimentó un aumento en el tramo 2004 a 2017, en el que se pasó de un 25% a un 26,60%, según presenta el informe “El estado de la pobreza: seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2017”.
El Informe elaborado por EAPN – Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español- sitúa que: “Sólo en España, 12,3 millones personas (26,6% de la población) se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social”. Es decir una de cada cuatro personas en España se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.
Según este informe, en 2004 en España vivían 10.799.421 personas en la pobreza pasando a 12.388.197 en 2017, es decir desde la entrada del euro en España hay un millón y medio más de pobres.
Conclusiones
Una primera aproximación indica que en el periodo en el que se introduce la circulación del euro en España, la clase obrera y los sectores populares sufren una pérdida de poder adquisitivo, ya que han visto incrementados los precios de los productos y servicios básicos, mientras que los salarios nominales han evolucionado en menor proporción.
La crisis estructural del capitalismo en España no viene determinada exclusivamente por la entrada del euro como moneda de circulación; con seguridad con la peseta, la economía en España habría mantenido una evolución similar. Sin embargo, la pérdida de soberanía sobre la política monetaria por parte de España en beneficio del Banco Central Europeo limitó a los capitalistas el haber podido tomar determinadas medidas.
En todo caso, el dilema para la clase obrera en España no debe ser entre el euro o la peseta, no se trata de elegir si ser explotados en euros o pesetas, el dilema fundamental es entre el capital y el trabajo. Mientras que los diferentes gobiernos de gestión del capitalismo estén en el poder, los trabajadores verán como las sucesivas respuestas a las crisis económicas son un mayor nivel de explotación, bajada de salarios y perdidas de derechos.
La Unión Europea es un proyecto para la unión de los capitalistas europeos y como tal debe ser enfrentado por los trabajadores europeos.