La aprobación de la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy abre un nuevo ciclo político. El nuevo Gobierno tratará de dar pasos definitivos para reformar el sistema político, tras un debate parlamentario en el que se ha constatado que es la propia naturaleza del capitalismo la que engendra la corrupción política. La disputa entre las fuerzas parlamentarias representa los intereses de diferen- tes sectores de la burguesía, que ha visto garantizados sus intereses económicos de clase con el compromiso de Pedro Sánchez de gobernar con los Presupuestos diseñados por el Partido Popular.
La completa suzpeditación de Unidos Podemos al PSOE confirma la alianza entre la nueva y la vieja socialdemocracia para gestionar el capitalismo. La explotación continuará y se incrementará en el futuro. El nuevo Gobierno se limitará a gestionar la explotación bajo nuevas formas, mientras la derecha política se endurece y se dispone a preservar desde la oposición los intereses del sector capitalista que representa, a la espera de un nuevo proceso electoral que determinará la correlación de fuerzas que definitivamente complete la reforma del sistema político.
La clase obrera y los sectores populares no deben depositar ninguna esperanza en el nuevo Gobierno capitalista, que continuará gobernando para la patronal. Nuestros derechos sólo se verán garantizados si continúa y se intensifica la movilización, que debe desembo- car en la convocatoria de una huelga general, pues cambia el Gobierno, pero la explotación capitalista continúa y se intensificará.
Nuestros intereses no están representados en el debate parlamentario, que se limita a discutir el tipo de gestión que en uno u otro momento necesitan los monopolios. El discurso sobre la “regeneración democrática” empleado por la socialdemocracia debe ser desenmascarado. El PSOE sigue siendo el partido político bajo cuyos gobiernos se practicó el terrorismo de Estado, se produjo en ingreso en la OTAN y la Unión Europea, se participó en guerras imperialistas criminales, se aprobaron reformas laborales y se ejerció una dura represión contra el movimiento obrero y popular. No olvidamos. El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez seguirá representando esos mismos intereses de clase, que no son los nuestros.
El Partido Comunista llama al movimiento obrero y al conjunto de nuestro pueblo a intensificar todas las luchas que están en marcha, sin depositar ninguna esperanza en la socialdemocracia. No debemos bajar ninguna de las banderas que hemos levantado en los últimos meses. El nuevo Gobierno es un gobierno capitalista al servicio de la explotación y no tardará en demostrarlo. La lucha por un país para la clase obrera continúa.